¿CÓMO SE HACE?

Hay varios métodos, pero nos referiremos como lo tratamos nosotros.

En primer lugar se hace una técnica de tres pasos similar al peeling de carbón activado de alta gama:

Tras limpiar la cara se aplica una capa de carbón activado y se deja actuar durante 10-15 minutos para que penetre por cada poro y cada erosión.

Después de estos minutos aplicamos una primera pasada de laser a 0,3 milisegundos por pulso para que el carbón activado se adapte y adhiera mejor a las capas más externas de la piel y también para estimular el colágeno subyacente.

Acto seguido se aplica otra pasada de láser, ahora en pulsos de nanosegundos para pulverizar el carbón activado que está en la superficie, en cada poro y en cada imperfección para exfoliar y extraer los residuos aunque sean de difícil acceso.

Tras esto, se aplica la tercera y última pasada de laser en pulsos de 0,3 milisegundos (igual que la primera pasada pero ahora sin el carbón) para estimular nuevamente las fibras de colágeno con efecto rejuvenecedor.

Al terminar estas tres pasadas de laser se procede a aplicar pulsos en las zonas más críticas.